viernes, 14 de enero de 2011

PUMUKY, LA CATARSIS MELANCÓLICA


Pumuky es a la música lo que Felix Francisco Casanova (por dejar las referencias en casa) a las letras, una delicada sensibilidad en ebullición que puede resultar salvaje y aturdidora sin perder la fragilidad emotiva. Ya desde sus inicios, bautizado como "Alex kid en el país de las tormentas", se hacía manifiesto que había un genio latente en Jaír Ramírez que terminaría de despuntar como "Pumuky", aventura en la que involucrando a su hermano Noé, nos obsequia con unas descarnadas letras que han acabado convirtiendo a su último disco hasta la fecha, " El bosque en llamas", en su obra cumbre. Y en el Keroxen10 pudimos comprobar junto a una numerosa coreografía elaborada por Élida Dorta, el carácter intimista y los arreglos oníricos de un disco que invita a seguir descubriendo nuevos matices a cada escucha, confiriéndole un efecto reconfortante que hace que su huella perdure en el tiempo y no quede sino esperar con emoción su próxima entrega, en una época demasiado frenética en la que casi no nos paramos a escuchar un disco entero con tranquilidad. Aunque se hayan puesto el listón alto , hay calidad de sobra para saltarlo.

¿Esperaban la repercusión que tendría "El bosque en llamas?
Jaír Ramírez: No, porque nuestra carrera ha sido siempre muy accidentada. Tenemos tres trabajos discográficos (dos discos y un ep), y en cada disco hemos cambiado de sello discográfico y hemos tenido que empezar practicamente de cero, porque cuando entras en una nueva discográfica tienes que cumplir con ciertos requisitos de grabación y no sabes realmente lo que va a pasar. Poco antes de grabar "El bosque en llamas" tampoco teniamos banda, estábamos Noé y yo solos, dos meses antes de entrar a grabar el disco reclutamos a los músicos que ahora están con nosotros y fue tirarse al precipicio. Teníamos las canciones hechas pero no sabíamos como iban a funcionar con la banda porque lo que teníamos eran maquetas grabadas en casa con pocos instrumentos. Nos marchamos a un estudio que fue muy peculiar, porque está metido en un bosque perdido en Galicia, y fue una semana muy estresante. No paramos y salimos pensando que lo que habíamos grabado allí no servía absolutamente para nada, que todo era para tirar a la basura porque teníamos miles de pistas para cada canción, y nos faltaba tiempo para desarrollarlas y acabar de montarlas. Al final completamente desquiciados terminamos el disco a distancia y no sabiamos que iba a pasar con él, estábamos tan viciados con la grabación y con las canciones que eramos incapaces de valorar lo que habiamos grabado.
Noé Ramírez: Al terminar de grabar está todo muy desencajado y hay que volver a estructurarlo, hay que depurarlo todo y ordenarlo hasta conseguir algo aproximado a lo que buscas. Para mezclarlo hubieron sesiones de envios de ficheros de un lado para otro, para ver como iba la mezcla.
Jaír Ramírez: Cuando terminas un disco todo te parece malo porque estás completamente bloqueado. Fue una sorpresa el ver la aceptación que ha tenido, no por el hecho de que nos siga la gente porque somos conscientes de que siempre hemos sido un grupo minoritario y estamos contentos de esa condición, no nos preocupa. Pero lo que hemos tenido es una respuesta muy afectiva, a la gente que ha escuchado el disco le ha tocado muy fuerte y ése para nosotros ha sido el mejor regalo, que te escuchen diez o veinte personas y que para ellos sea un disco importante. Nosotros eso lo hemos sentido con otros discos de nuestra discografía que han sido muy importantes y el tener esa unión sentimental con ese disco que te lo puedes poner mil veces y nunca terminas de cansarte, pues que otra gente te diga que le esta pasando eso con "El bosque en llamas" ha sido el mayor regalo. También nos estamos dando cuenta de que el disco ya va por libre, ojalá que la gente se siga acordando de las canciones cuando nosotros ya no estemos.


La orquestación de las canciones está bastante más elaborada que la mayoría de grupos indies estatales ¿Cómo se consigue trasladar al directo la compleja orquestación del disco?
Jaír Ramírez: Es complicado cuando no tienes banda estable, las características que se tienen que cumplir para poder dar un concierto y que suene como tiene que sonar. Hemos dado muchisimos conciertos pero han sido puntuales los conciertos donde hemos pensado que defendimos bien el disco.
Noé Ramírez: Los ensayos son muy dificiles porque los miembros de la banda viven en diferentes lugares. Cada día estamos más convencidos de que nuestro directo tiene mejor sonido, tenemos mucho más rodaje y vemos la evolución aunque todavía nos queda mucho por hacer.

¿Cómo se lleva el que los miembros del grupo vivan en diferentes lugares?¿Qué es lo más complicado?
Jaír Ramírez: Lo más complicado es que en un directo debe haber feeling, y para que esto pase las personas que forman parte del grupo deben llegar a ser una sola persona. Si ves la prueba de sonido de Za! observas como se comunican perfectamente sólo con la mirada, hay una total sincronía, lo que se consigue con un montón de horas de ensayo, cuando falta ensayo por las circunstancias que sean falta ese feeling y se nota en el directo.
Noé Ramírez: En un principio fue un comienzo bastante más tenso porque falta ese rodaje, pero ya una vez has empezado a ejecutar las canciones empiezas a dejarte llevar por ellas y al final puedes intentar meterte dentro.

Respecto a las letras, se puede considerar que tienen un punto meláncólico o pesimista pero al mismo tiempo redentor, ¿hay alguna espiritualidad presente en ellas?
Jaír Ramírez: Con el tema de las letras lo más que te puedo decir de ellas es que cuando escribimos no pensamos en las consecuencias, yo sé que muchas de las cosas que estoy escribiendo me van a traer problemas, imaginate que quieres hablar de un tema al que le estas dando mil vueltas en la cabeza, un tema que te puede traer problemas con respecto a amigos, familiares o gente que te van a escuchar y va a pensar ¿y a este chico que le pasa? Hemos escrito como si nadie fuera a escucharnos, como si estuvieramos escribiendo un diario que nadie fuera a leer, intentando no ser conscientes de ello, intentando pensar voy a escibir justo lo que necesito escribir aunque duela, aunque alguien se sienta mal, bien o regular. Quizás lo hicimos de una forma inconsciente porque fue una necesidad, escribir es una terapía, es como redimirte o purgarte, yo creo que fue por eso que hemos conseguido conectar con la gente que ha leído las letras y las han sentido muy suyas. Nosotros escribimos porque necesitamos contar las cosas de la forma más cruda posible, además no hemos tenido ningún tipo de concesión, nunca he retocado una frase con el objetivo de dulcificarla. Letras como Los Enamorados o Si desaparezco pueden ser muy bestias así friamente, pero para mí no son deprimentes porque el disco para nosotros es super vitalista. Mucha gente, sobretodo en las primeras criticas hablaba de que las letras eran muy pesimistas pero para nosotros esa gente nunca llegó a entender las letras, es un disco de amar la vida y amar a la gente.

En tus letras es inevitable ver que existen referentes literarios como es el caso de "El lobo estepario" de Hermann Hesse, autor de una espiritualidad marcada, ejemplo de ello es su libro"Mi credo".
Jaír Ramírez: Mi Credo, es un libro muy espiritual porque con este libro Hesse tenía una crisis espirítual, crisis de valores...no sabía por donde seguir, no sabía si los valores que tenía eran los buenos, iba en busca de otros pero no le convencían, era una busqueda. Nosotros pensamos que el ser humano es en esencia espiritual, en el sentido de que no somos como los animales que sólo nos preocupamos por buscar la comida o necesidades primarias, nosotros tenemos la capacidad de buscarle un sentido a la existencia, y este disco tiene mucho de eso, de buscarle sentido a las cosas. Temas como La metamorfosis, una de las letras que engloba todas las sensaciones del disco, es como todos estamos aquí, todos nos estamos haciendo daño, todos cometemos los mismos errores, tropezamos con las mismas piedras, aún así nos tenemos que dar oportunidades porque todos estamos en el mismo camino.

No les ha molestado que a pesar del éxito del disco no haya sido movido por festivales nacionales más mayoritarios.
Noé Ramírez: Siempre hace ilusión tocar en un festival grande y que pueda llegar a más público, pero como no es algo que dependa de nosostros y no podemos hacer mucho más. Este disco nos ha abierto poco a poco muchas puertas y la idea es seguir trabajando y seguir abriendo puertas, sin pensar que tenemos que hacer algo en concreto sino que ya llegará.
Jaír Ramírez: El tema de los festivales es otro mundo, no queremos meternos mucho a valorar esos temas porque sabemos como funcionan y no vale la pena frustrarse por ciertas cosas.

¿Hacia dónde va evolucionando el grupo en la actualidad, hay nuevo trabajo en proyecto? 
Jaír Ramírez: Como siempre no lo sabemos a ciencia cierta, nuestra discográfica tiene un planing y quiere que entremos a grabar en abril, estamos preparando el material y nos gustaría tener el disco en la calle en septiembre de 2011. No tenemos nada claro de lo que va a salir, al final todos tenemos nuestras cosas. Nosotros lo que hacemos es grabar las canciones en casa y nos intercambiamos ficheros, yo voy almacenando lo que vamos teniendo y doy un poco de caña que hay que poner firme a la gente. Ya estamos escuchando el disco en la cabeza y aunque no lo tengamos hecho ya lo vamos fabricando.

¿Qué te parece un espacio cómo El Tanque, tan criticado por algunos sectores afines al sector del ladrillazo y la burbuja inmoviliaria?
Jaír Ramírez: El espacio es único, hay pocos sitios en el mundo que puedan tener la magia que tiene este lugar para los grupos. El cartel del Keroxen de este año es increible, este cartel podía haberse tenido en cualquier ciudad del mundo y hubiera sido un cartel del que hubieran hablado todas las revistas importantes, es un cartelazo. Es un privilegio para Tenerife el poder tener un festival con un cartel como este. Todos los artistas que han tocado aquí se han ido con un buenísimo sabor de boca y todos estarían encantados de volver, lo que hará que se corra la voz y haya grupos interesados en tocar aquí. Es un festival que está empezando y que seguramente irá cada vez a más.
Noé Ramírez: En nuestro concierto yo sentía algo que te llevaba a disfrutar del lugar y de la gente, y que el público esté en silencio crea una atmósfera que es la idónea para dar un concierto de nuestro tipo de música. Como asiduo al Keroxen creo que es un espacio increible para Tenerife y poder tenerlo es un lujo y un privilegio. La apuesta de este año de traer gente nacional e internacional hará que se muevan las características sonoras y las fotografías de este espacio.

¿Qué opinan sobre el acoso que está sufriendo el Honky Tonk y que ha paralizado los conciertos?
Jaír Ramírez: Está claro que hay un transfondo sucio, algo sobre lo que preferimos no pronunciarnos. La labor del Honky era y es encomiable, un local donde puedan tocar los grupos es muy importante para crear una escena ya que sin un lugar donde los grupos puedan tocar, ésta se muere, y en los ultimos años en Tenerife se ha creado gracias al Honky una escena muy potente en poco tiempo. Lo que deseamos es que se solucione todo y que podamos seguir disfrutando de conciertos en el Honky. Yo creo que la gente que está en el Honky es gente que ama lo que hace, que no les mueve el dinero y que van a conseguir sacarlo para delante.
Noé Ramírez: Creo que el Honky está haciendo una importante labor y su función a nivel legal es exquisita, lo que habría que inculcarle a la gente es que su comportamiento fuera del Honky sea ejemplar, y que no haya gente por fuera bebiendo o armando jaleo. El problema del Honky no es el Honky, una forma de demostrar que somos cívicos es respetar el descanso de los vecinos.

Texto y fotos: Rayco Arbelo y Eva Sanabria